jueves, diciembre 07, 2006

Conocemos a los anónimos. ¿No lo recuerdan?

Bienvenido a mi casa virtual.

La blogósfera esta infestada de ciertos individuos que nada positivo aportan. Unos individuos que sólo saben buscar el lado negativo de todo lo que se dice, unos individuos que sin importar lo que uno diga, de la manera que uno se exprese, tendrán algo destructivo que decir. Y lo mejor de todo es que lo dicen sin base, denotando su ignorancia cada vez que hablan.

Yo, alguien que cree que los tiempos cambian, que creo en el estudio del comportamiento humano, he tratado de ver, de encontrar alguna manera de identificarlos en la calle, en nuestro círculo de amigos, y mucho mejor con el simple hecho de recordar como se comportaban antes cuando tenían obligatoriamente que dar la cara.

¿Quiénes serían en la calle esos que se hacen llamar ahora anónimos en la red?
1- Son los que pertenecían a un grupo pero nunca tenían idea propia. Esos que sólo oían lo que uno decía para luego ver porque no podría funcionar. Esos que te decían que pueden darse 3,000 circunstancias con una posibilidad de 0.0000001% de pasar: “Quien sabe, todo es posible”.
2- Ese “amigo” innovador. Sí, él esperaba que tu dijeras tu punto de vista, tu idea, tu opción de cómo resolver ese problema y sólo decía: “Lo mismo que él, pero cambiándole tal cosa”. Aunque hacia verla como una nueva idea, una idea propia.
3- Ese que no tenía ningún talento ni ninguna vocación. Ese que para llamar la atención tenía que decir algo negativo, para que cuando cada quien le reclame sentirse incluido en el mundo.
4- El que era envidioso. Él que no servía ni para descubrir una jeva. Ese que tenía una vecina buenísima que le hacía ojitos y no se daba cuenta, no veía lo buena que estaba, ni mucho menos que ella estaba por él. Ese que no se daba cuenta de nada hasta que la jeva ya tiene un tigre de alguna villa (Villa Francisca, Villa Mella, Villa Tapia, Villa) que le da como es y ella dejó de estar en él. Ahora la quiere, la enamora, le hace la vida imposible, no porque le gustaba, sino porque eso era su nuevo fracaso, la nueva manera en que fue rechazada.

Yo lo voy a dejar hasta ahí, porque la última resume básicamente su personalidad.

Ellos son simplemente envidiosos y egoístas. Envidiosos porque quizás realmente alguna vez le pasó alguna idea, pero no la implementó. Ahora, que ve que a alguien le está yendo bien con algo que pudo hacer, no quiere aceptar que perdió su oportunidad, que aunque lo pensó, la gloria no le pertenece, sencillamente. No quiere aceptar que su poca iniciativa es su mayor fracaso.

Egoístas también, esos panas no pueden ver alguien ser feliz, alguien ser popular. Así como el caso de arriba de la jeva, no pudo hacerle el corito, no quisieron hasta que ya alguien se lo hacía. Ahí inician entonces a sentirse inútiles y hay que hacer la vida imposible a los demás. Esos es como: “Yo o Nadie y yo no seré”.

Ah... también eran los brecheros, porque como fracasados que era, que son, si nacieron por cesárea o no miraron para atrás en el momento que nacían todavía no han visto una popota mujer desnuda.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Como dicen, a buen entendedor, pocas puyas;

"No tildes al mundo de hipócrita, recuerda que tu eres parte de el."

Saludos,

A. Nónimo

P.S.: Cuanta alegría me da saber que ya tu no dices "Mire mi hermano, si no me toca, no le toca a nadie!" ;)

Dex dijo...

Uno cambia, no le temo. El cambio es bueno.
Gracias a Dios que tengo un anonimo de los buenos.