Desprendámonos

Bienvenido a mi casa virtual.

Nada de lo que escribo aquí es mi caso individual, ni tampoco por las circunstancias por las que estoy pasando. Lo que sí escribo es mi manera de ver al mundo, las cosas que creo; mi punto de vista.

Actualmente estoy totalmente convencido de que seguimos muchas de reglas que no tienen sentido, unas reglas que las tenemos tan impregnadas que no podemos dejar de creer en ellas. Reglas que si las analizamos a fondo nos dejan más pérdidas que ganancias.

No entendemos que normalmente en la niñez nos quisieron enseñar algo de una manera en que pudiéramos entenderlo, no para que creyéramos que esa era la única manera de hacerlas, sino para que conociéramos ese tipo de comportamiento.

Aquí todos o la gran mayoría creímos una vez en Santa Cló, Los Reyes Magos, La Vieja Belén..., estos personajes traían alegría, enseñaban a desprendernos de las cosas, a agradar al prójimo; a éstos cuando crecemos logramos dejarlos atrás y ver que en realidad no existían. [Recuerdo personas que oyeron los camellos en el techo, o Santa en sus casas].

¿Por qué podemos dejar de creer en estas personas? ¿Por qué no usamos unas excusas absurdas o unas explicaciones que van más allá de nuestro conocimiento para justificarlos? ¿Por qué nadie dice que necesitamos la fe de niños para lograr oírlos, verlos o que nos regalen los regalos de nuestros niños? Claro que no, nadie lo defiende, no hay intereses como en otras instituciones con igualmente seres de tan poco probables de existir como el Grinch. Estos nunca han mantenido a las personas a raya, en la ignorancia.

Es verdad que es difícil el cambio, dejar atrás todo lo que creímos. Pero alguien tiene que hacerlo, alguien tiene que decirlo. Eso de cruzar los dedos, pedirle a Dios y los Ojalás ya no funcionan. Ahora hay que empezar a trabajar. Hay que sacrificarse, batallar nuestras propias peleas.

Recuerden es mejor vivir media vida real, que vivir una vida eterna de mentiras.